sábado, 20 de octubre de 2012

Descubiertos en un cúmulo los primeros planetas que orbitan alrededor de estrellas similares al Sol

Un grupo de astrónomos, patrocinados por la NASA descubren, por primera vez, planetas orbitando estrellas similares al sol en un denso cúmulo estelar. El descubrimiento aporta la prueba más evidente hasta la fecha de que los planetas pueden formarse en entornos con una gran densidad de estrellas. A pesar de que los planetas recién descubiertos no son habitables, sus cielos deben ser más estrellados que el que vemos desde la Tierra.

Estos dos planetas de cielos plagados de estrellas son de tipo “Júpiter caliente”, es decir, son esferas masivas y gaseosas que hierven a altas temperaturas debido a que orbitan muy cerca de sus estrellas. Cada uno de estos planetas gira alrededor de una estrella similar al sol en el Cúmulo de la Colmena (Beehive), también conocido como El Pesebre, una agrupación de casi 1000 estrellas que parecen aglomerarse alrededor de un mismo centro.

La Colmena es un cúmulo abierto, un grupo de estrellas que nacieron más o menos al mismo tiempo y a partir de la misma gran nube de partículas. Debido a ello, estas estrellas comparten una misma composición química. A diferencia de la mayoría de las estrellas, que se van separando poco a poco después de su nacimiento, estas jóvenes estrellas se mantienen levemente unidas por la mutua atracción gravitatoria.

Cada vez detectamos más planetas que pueden sobrevivir en entornos diversos y extremos, como en estos cúmulos cercanos, afirma Mario R. Pérez, científico del Programa de Astrofísica de la NASA en el Programa Orígenes del Sistema Solar. Nuestra galaxia contiene más de 1000 cúmulos abiertos que pueden disponer, potencialmente, de las condiciones físicas necesarias para albergar muchos más de estos planetas gigantes.

Los dos nuevos planetas de la Colmena se llaman Pr0201b y Pr0211b. El nombre de la estrella seguido por una “b” es la nomenclatura convencional para los planetas.

Estos son los primeros “b” de la Colmena, indica Sam Quinn, estudiante graduado en astronomía por la Universidad Estatal de Georgia, en Atlanta, y el autor principal del estudio que recoge los resultados, publicado en Astrophysical Journal Letters.

Quinn y su equipo, en colaboración con David Latham del Centro de Astrofísica Harvard-Simthsonian, descubrieron los planetas usando el telescopio de 1,5 metros Tillinghast en el Observatorio Fred Lawrence Whipple del Centro de Astrofísica Smithsonian, situado cerca de Amado, en Arizona, para medir el ligero tirón gravitatorio que inducen los planetas sobre sus estrellas cuando las orbitan. Las anteriores búsquedas en cúmulos habían hallado dos planetas alrededor de estrellas masivas pero, hasta ahora, nunca se habían encontrado alrededor de estrellas como nuestro Sol.

Esto ha sido un gran rompecabezas para los buscadores de planetas, afirma Quinn. Sabemos que la mayoría de las estrellas se forman en entornos cumulares como la Nebulosa de Orion, por lo que a no ser que este denso ambiente inhiba la formación de planetas, por lo menos algunas estrellas similares al Sol deberían tener planetas. Ahora, finalmente, sabemos que, en efecto, están ahí.

Los resultados son también interesantes para los teóricos que están intentando averiguar cómo los “Júpiter calientes” giran tan cerca de sus estrellas. La mayoría de las teorías sostienen que estos mundos abrasadores se forman a temperaturas más frías y más alejados de sus estrellas antes de migrar hacia el interior.

La relativa juventud del Cúmulo de la Colmena hace que estos planetas estén entre los más jóvenes conocidos, afirma Russel White, investigador principal de la beca de la NASA “Los Orígenes del Sistema Solar”, que realizó este estudio. Y eso es importante porque refuerza la idea de lo rápido que migran los planetas gigantes hacia el interior (y saber lo rápidamente que migran supone el primer paso para comprender cómo migran).

El equipo de investigadores sospecha que los planetas se formaron en el Cúmulo de la Colmena ya que es rico en metales. Las estrellas de la Colmena disponen de más elementos pesados, como el hierro, que el Sol.

Según White, la búsqueda de planetas alrededor de estrellas vecinas sugiere que estos metales actúan como una especie de “fertilizante de planetas”, llevando a un abundante cultivo de planetas gigantes gaseosos. Nuestros resultados sugieren que esto podría ser también cierto en los cúmulos.

Fuente: Ciencia Kanija

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