miércoles, 24 de octubre de 2012

A la caza de nebulosas planetarias en la vecindad solar

Los mecanismos físicos responsables de la enorme cantidad de formas que adoptan las nebulosas planetarias es aún objeto de debate.

Estas cuatro imágenes, correspondientes a NGC 6543, NGC 7662, NGC 7009 y NGC 6826, forman parte del archivo obtenido por el satélite Chandra en su primera búsqueda sistemática de nebulosas planetarias en la vecindad solar, un proyecto denominado ChanPlaNS y en el que participa Martín Guerrero, del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC).

Una de las afirmaciones “clásicas” de la astronomía actual asegura que el Sol acabará su existencia como una nebulosa planetaria, una burbuja de material ionizado altamente enrarecido que rodeará lo que fuera el núcleo estelar por un corto periodo de tiempo, no mucho más de treinta mil años, antes de disiparse en el medio interestelar. De hecho, los modelos teóricos afirman que todas las estrellas con masa inicial entre 0,8 y ocho veces la masa del Sol acabarán en forma de nebulosa planetaria.

Sin embargo, los mecanismos físicos responsables de la enorme cantidad de formas que adoptan las nebulosas planetarias son aún objeto de debate. Un debate en el que destaca una cuestión clave, que señala el artículo donde se publican los primeros resultados de ChanPlaNS: ¿cuántas nebulosas planetarias son producto de la muerte de estrellas binarias? ¿algunas, muchas o todas?

En torno a la mitad de las nebulosas planetarias del estudio muestran una fuente puntual de rayos X en su centro, y estas fuentes puntuales (con una única excepción) muestran rayos X de alta energía que podrían estar causados por una estrella compañera, lo que sugiere que un alto porcentaje de las nebulosas planetarias se originan en sistemas binarios.

Información de las imágenes: la emisión en rayos X (NASA/CXC/RIT/J.Kastner et al) aparece en morado, y la emisión en óptico (NASA/STScI) en rojo, verde y azul.

Fuente: I.A.A.

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